MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Muchos ciudadanos han planteado la degradación de que sufren sus barrios debido a la realización de actividades como, por ejemplo, la prostitución en la vía pública, como por ejemplo en el madrileño barrio de Chamberí, según el informe de 2011 de la institución.
En concreto, una de las quejas afirma que en citado barrio se había experimentado un importante aumento del ejercicio de la prostitución en la vía pública, "con la consiguiente degradación de la seguridad ciudadana y la generación de riesgos para la salud de los vecinos, especialmente para la población infantil, debido a los preservativos usados y otros desperdicios que diariamente se podían encontrar en la zona".
Con carácter general, en la tramitación de este tipo de quejas, el Defensor del Pueblo interesa de las administraciones competentes, principalmente las locales, que informen sobre las medidas que esté previsto adoptar para solucionar el problema planteado, considerando que en muchos municipios españoles se han adoptado iniciativas dirigidas a evitar el ejercicio de la prostitución en la vía pública.
El Ayuntamiento de Madrid manifestó que se venían planificando servicios para el control y erradicación del ejercicio de la prostitución en las calles del distrito en cuestión de manera continuada, que suponía la realización de intervenciones conjuntas con los agentes pertenecientes a la Comisaría de Chamberí durante determinados días en horario nocturno, en los que se realizaban controles selectivos de documentación personal, y de vehículos así como controles de alcoholemia, como una forma de hacer desistir a los potenciales clientes de pasar por las calles afectadas.
Además de realizar estos servicios conjuntos con el Cuerpo Nacional de Policía, se habían articulado otras medidas alternativas, como la emprendida por la Oficina de Atención al Ciudadano de la Policía Municipal, que había elevado propuesta a la Junta Municipal de Distrito para que se estudiara la posibilidad de realizar una modificación vial en la zona a efectos de tráfico, y así se dificultara el acceso de los conductores a las calles donde se producen las citadas prácticas.
A pesar de lo expuesto, como quiera que estos recursos resultaban insuficientes para abordar un problema de difícil solución, en la medida que no es una actividad ilegal, se mantenían los dispositivos conjuntos con el Cuerpo Nacional de Policía, mediante la presencia tanto de policía uniformada como de paisano.